Campaña de Navidad

Se busca: Un hábitat cálido y seguro para Darío

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¿Lo habría pensado? Incluso en Andahuaylas, las temperaturas caen a veces muy por debajo de los cero grados en invierno. Cuando llueve, se siente mucho más frío. Hay muchas familias que viven en condiciones indignas y que ponen en peligro su vida con este frío. Viven en un refugio de plástico de una sola habitación. El material utilizado no es ni aéreo ni impermeable, por no hablar del aislamiento térmico. El suelo es arenoso e inestable. Durante la temporada de lluvias, existe el peligro de que todo el talud se deslice hacia abajo, enterrando toda la "casa" y a las familias que se encuentran debajo. No hay agua corriente ni electricidad. Las familias tienen que ir a buscar agua para cocinar, para la higiene diaria y para lavar la ropa a un sistema de alcantarillado contaminado que está muy por encima de la casa.

Darío y su familia viven en una vivienda de este tipo. Su destino es muy angustioso. El padre de Darío sufre de artrosis severa, artritis y gota. Tiene las manos dobladas y le duelen todas las articulaciones. Los años de trabajo en la mina y el veneno utilizado allí, así como el frío casi insoportable, le han destrozado. A la madre de Darío también le duele todo. Al igual que su marido, trabajó en las peores condiciones en los pozos de agua venenosa de la mina. Ahora es la única que tiene un trabajo regular y alimenta a la familia como lavandera. La hermana mayor de Darío vive en el mismo refugio con sus dos hijos pequeños.

El propio Darío sufre un grave retraso en su desarrollo debido a la falta de oxígeno al nacer y tiene un pronunciado problema de aprendizaje. Incluso los más pequeños desafíos durante las terapias en la sala casayohana protegida le hacen desesperar debido a su fuerte miedo al fracaso.

Se acerca la Navidad: Al pensar en la historia, nos conmueve el hecho de que los pastores fueran los primeros en llegar al pesebre. Gente sencilla de las afueras de la ciudad, sin un techo sobre sus cabezas, en algún lugar del campo abierto. Quizás también era tan fría y sombría como la de Darío. Y Dios les sale al encuentro en su situación: "¡No tengáis miedo! ¡Les traigo buenas noticias para todas las personas! El Salvador, sí, Cristo el Señor, ha nacido esta noche" (Lucas 2:10-11).
Nos impresiona y nos alegra que Dios busque primero a los que están en la miseria, el frío y la soledad. ¡Quiere habitar con ellos! Nosotros, como equipo de casayohana, queremos transmitir este mensaje de esperanza a Darío y a su familia, pero también a muchas otras familias de Andahuaylas que viven situaciones muy similares. Nuestra más sincera preocupación es permitir que estas personas tengan un lugar cálido y seguro donde vivir.

Y para ello, en casayohana necesitamos su apoyo:
Construir una casa entera, sólida y estable en piedra, no es posible. El suelo pobre y arenoso de la ladera se deslizaría. Lo que ayudaría a las familias es, en primer lugar, un muro de contención estable hacia abajo para estabilizar la ladera. Luego, en un segundo paso, se puede construir un muro exterior de aproximadamente 1,5 m de altura para una casa con materiales de construcción ligeros. Encima se construye un techo ligeramente aislado hecho de cartón prensado, papel de aluminio, paja y láminas de metal. En tercer lugar, nos gustaría dotar a la familia de una entrada y una salida de agua limpia para que puedan dejar de ir a buscar agua al sistema de alcantarillado contaminado.

Para ayudar directamente:

1 saco de cemento por 10€.
500 piedras por 50 euros
1 m de tubería de agua (+ instalación) por 20 euros 1 puerta de casa por 120 euros
1 lámina de chapa ondulada por 7€.

Agradecemos cualquier cantidad con el siguiente código de donación (= finalidad de uso): 21-8 (campaña de Navidad y casayohana en general)

¡GRACIAS!